lunes, 20 de mayo de 2013

Programa SF 67 - Carlos Raimundi - 18 de Mayo de 2013


Ahí está Videla.
por Mariana Moyano
Editorial SF del 18 de mayo de 2013

Desde que en 1983, el crimen que habían orquestado con el único propósito de quedarse con todo y con todos, se hizo inocultable, la derecha local realizó diferentes y astutos movimientos. 
La derecha económica se hizo, como siempre la distraída, silbó disimulada y escondió una vez más debajo de la mesa los modos tramposos e irregulares forjados por décadas para ser el sector nunca perjudicado.
La derecha política o se mantuvo en su discurso decrépito, uniformado y fascista o se camufló en partido político para hacerle un como si al juego electoral.
La eclesiástica y la judicial se quedaron incólumes. Ahí, paraditas, sedimentando sus espacios de modo tal de que la red tuviera el necesario espesor para que ninguno de los recién llegados de esa democracia renga y tiernita se atreviese a ocupar un espacio solamente asignado para la familia de la tradición patria.
La derecha mediática que venía del horror, del ocultamiento del horror y del papelón del "Estamos ganando" -el obsceno y el más sutil pero igual de cómplice- se sumó marketineramente a los aires de cambio, puso cara de circunstancia y promocionó el morbo del espanto vivido con gesto de vecina chismosa que hace como que no ve nada, para ser la primera indignada cuando la porquería sale finalmente a la luz.
Y la económico mediática - que no era ni vista ni considerada como tal, hasta hace un tiempo excesivamente corto para un país que se precie de responsable- continuó poniendo a la Constitución y a los tres poderes del Estado bajo una -y permítaseme la fascinante y paradojal casualidad de que la palabra sea la misma- pesada prensa. Mientras tanto, sus vidrieras gráficas, televisivas y radiales se empachaban de corrección política al tiempo que una corrosión calculada milimétricamente carcomía la credibilidad social hasta dejarles a ellos el lugar de fiscales de la República.
Y así estas tres décadas padecieron el movimiento pendular más perverso: del infierno a la esperanza ingenua; del descreimiento a la furia; de la ilusión al cinismo y del romper todo al "no me interesa".
No fue gratis este avanzar uno para retroceder tres. Eso se paga. La confianza se lo cobra. Y caro. Y termina pasando que duele más la reiteración que el primero de los cortes, porque lo peor de una herida, no es tanto lastimarse, sino que nunca empiece la sanación. Y es por eso que veníamos viviendo una democracia con recaídas: débil, sin fuerzas, pachucha, desanimada.
De esas, que con criterio y precisión algunos han dado en llamar “democracias de baja intensidad”. Dicho “en fácil”: gobiernos con las manos semi-atadas. Es decir, con la capacidad de hacerle gestos a la gilada popular para que no embarulle la calle, pero no lo suficientemente sueltos como para torcer el brazo de la digitación histórica.
Y cuando alguno se va de mambo, ya sabemos: que el autoritarismo, que la libertad de prensa, que la libre comercialización de la soja, que la República, que la Constitución, que el fascismo, que el stalinismo, que la escribanía, que la soberbia, que la bipolaridad o que el shopping y hasta que él no está, en realidad muerto. Parrafadas de pavadas berretas y baratas, pero eso sí, siempre en medio de un poco más sutiles operaciones, con media verdad como materia prima y una tergiversación un poquitín más compleja de desarmar.
Porque así funcionan. Chillan, por supuesto; insultan, claro; adjetivan y agreden, desde ya. Pero eso no va nunca solo. Al ladito, como quien no quiere la cosa, está siempre la “información objetiva basada en datos”. Es cierto, suele no ser ni información, ni objetiva, ni estar basada ni poseer datos. Pero a simple vista parece que sí.
Y por ahí es por donde ganan, en esa parte, en esa porción, en ese territorio donde no cualquiera nota el operativo, donde un distraído, un desatento, uno que desconoce o uno de esos que no les gusta ni un lado ni el otro, toman por ejemplo, la cifra, como referencia y desmalezando de categorizaciones al texto, van por la vida convencidos de que han realizado la limpieza para quitar el lodo y la basura de lo que sí vale la pena.
Claro, no notan que allí también hay una –otra- operación: quién fue la fuente, cómo obtuvieron ese resultado, quién es ese que habla como cita de autoridad, en qué contexto se sostuvo esa frase. En fin, gajes, vicios de los que nos pasamos casi una vida intentando correr los velos que se presentan siempre antes de una crónica. Algo que no hace –y no tiene por qué, además-la mayoría de los ciudadanos que ya bastante tiene con sostener un país, como para ponerse a hacer análisis crítico de medios.
Y es ahí donde ganan, en esa parte, en esa porción, en ese territorio. En el sinuoso, en el que pueden ser palos enjabonados. El dólar, la inflación, la disminución en los índices de crecimiento, alguna desinteligencia entre organismos oficiales, las inevitables metidas de pata de un Estado cascoteado casi desde que nació, los delitos, el paco. Ahí tienen dato, arman tema y a toda máquina con la maniobra. El insulto, la agresión, el adjetivo descalificativo queda para la estocada, que ellos siempre intentan sea la final.
Por eso no se entienden estos días de permanente desvarío, de locura, de frenesí del agravio, del ultraje a todo o nada, de la infamia en primer plano, de la afrenta y de la burla en cada centímetro, de los chismes como novedad periodística, de las patrañas como mercadería y hasta de la profanación.
• “Tensos cruces en el Senado por el polémico proyecto”
• “El gobierno en problemas para explicar el blanqueo”
• “Casi el 50% por la fuga de divisas fue en la gestión de Cristina”
• “Ahora quieren emitir dólares”
• “Proyecto oficialista para expropiar Papel Prensa”
• “Cierran con jueces K los tribunales en el Sur”
• “Denuncias de corrupción y peleas en el gobierno”
• “Las cuevas no operaron y el blue quedó en 9,80”
• “Más polémica por los muertos en La Plata”
• “Diez puntos oscuros de la polémica ley de blanqueo de dólares”
• “El blue en 10”
Y LA BÓVEDA
• “Peligro de lavado”
• “Nuevo y grave retroceso para la libertad de expresión”
• “Disparos contra Cablevisión desde un auto que iba por la autopista”
• “AMIA: 4 acusados presidenciables en Irán”.
• “Lavado: viajes bajo sospecha del hijo de Báez y su contador”
• “La salidera bancaria, un delito sin solución”
• “Derrota judicial de Moreno por la inflación”
Y LA BÓVEDA
• “Impacto en el gobierno por la bóveda de los K”
• “Cristina volvió a jugar con la idea de reformar la Constitución”
• “Un condenado por abuso salió libre y violó otra vez”
• “Macri impone una fuerte protección a la prensa en la Ciudad”
• “El subte suma otras 5 estaciones”.
Epa! ¿buenas noticias?
Y LA BÓVEDA
• “El gobierno intenta poner techo a los aumentos salariales”.
• “Se favorece a los delincuentes”
• “No se hace mamografía el 45% de las mujeres en el país”
• “Scioli bajo la presión financiera de la Nación”.
Y LA BÓVEDA
• “El dólar paralelo no frena: ya vale el doble que el oficial”
• “Volantazo decidido bajo presión”
• “Aprobaron el control político del Consejo de la Magistratura”
• “DecisiónK: un abogado de Lázaro Báez será ahora camarista en la Patagonia”
• “El oficialismo impulsa una expropiación para controlar Papel Prensa”
• “EL Banco Central intima a los que sacaron desde 5000 dólares en el exterior con tarjetas de crédito”
• “Wall Street cree que el blanqueo no evitará una devaluación”
• “El misterio de Alicia Kirchner”
Y LA BÓVEDA
Irrespirable. La única alternativa: cargar a la familia, pasaporte y a Ezeiza. Y a un lugar indefinido “porque acá, en este país, ni dólares podés comprar”.
Pero aún faltaba la coronación, en un domingo, en un domingo de sol: “Ante el terrorismo simbólico de Estado”.
Es un poco fuerte, Joaquín, “Terrorismo de Estado”, ¿te parece? ¿Cristina en mismo andarivel de Videla?...
“El país está flotando sobre una crisis institucional latente y peligrosa. La desataron funcionarios cristinistas que acorralan a los jueces y al periodismo independiente. Un conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial es inminente. El grupo Clarín podría ser intervenido”.
¿Qué? ¿Quién? ¿Dónde? ¿Cuándo? No hay respuesta para ninguna de estas preguntas básicas de la redacción periodística y de todo aquel que no sea lo suficientemente estúpido como para tomar un delirio como posibilidad.
Nadie, nunca se había animado a tanto. Porque hasta un Julio Ramos confesamente de derecha y menemista entusiasta pudo colocar algunas de las tantas cosas desordenadas, en su lugar. Hasta aquel fanático defensor del libre mercado tuvo la capacidad de horrorizarse por el pacto militar/periodístico para lograr papel barato: “el Estado no exigió ninguna documentación técnica para admitir a los diarios como socios, lo que muestra la total complicidad del gobierno militar con los tres diarios”.
“Complicidad”, dice Ramos. ¿”Terrorismo de Estado” para Cristina, Joaquín, no será demasiado?
Y LA BÓVEDA
Y sigue el vehemente fundador del diario financiero: “En una de las reuniones, el representante de Clarín –o sea Magnetto- planteó su necesidad de hacer él un viaje a Europa con técnicos. Dijo Magnetto que el viaje, útil para la futura fábrica de papel costaría 50 000 dólares a pagar entre los cuatro diarios. La Nación y La Razón dijeron no tener plata para afrontar ese gasto porque estaban terminando sus edificios. “No tenían plata un gasto de 50 000 dólares y querían montar una empresa con una inversión de 50 millones”, se interroga Gainza, de La Prensa, en el libro de Julio Ramos. Y responde, casi sin que haga falta el autor: “Los tres diarios que quedaron prácticamente recibieron gratis la empresa”.
Flojos de papeles, les dice Ramos. ¿”Terrorismo de Estado” para Cristina, Joaquín, no será demasiado?
Volcaron. Algo debe volver la situación a un cauce de mínima cordura.
Porque ahí, en ese relato de negadores, cómplices y mercenarios hay una bóveda. Pero también hay estafas, mentiras, muertes, tumbas, preguntas. Y está Videla.
Y que la intervención, y que la bóveda y un pelirrojo que montado en la adrenalina de esa alucinación colectiva lanza: “La Presidenta es autoritaria y toma decisiones propias de una dictadura. Hay que ponerle un límite”.
Volcaron. Algo debe volver la situación a un cauce de mínima cordura.
Y ahí está Videla. El dictador que con su propia muerte anunciada nada menos que por Cecilia Pando, tuvo un último acto que, paradójicamente, puso cordura, borde, frontera, demarcación. Ahí está Videla. Muerto o vivo, con el efecto de que la sola pronunciación de su nombre haga que el frío te recorra el cuero.
Señores, Joaquín, mercenarios, mentirosos, socios, incautos, habladores, charlatanes, bóvedas. Ahí está Videla.
Y ustedes… ustedes verán donde están. Porque en esto, en esto sí que somos binarios.
Ahí está Videla y bien pero bien enfrente, estamos nosotros.

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